Una verdadera masacre ocurrió en Christchurch, la mayor ciudad de la isla sur del país. Fue durante la oración vespertina de los viernes que practican los musulmanes.
Sin mediar palabra, un hombre, que se filmó en todo momento con una cámara GoPro, entró y disparó a quien se le cruzaba. Mató a 49 personas y hay más de 40 heridos. Lo transmitió en vivo por la red social Facebook.
La policía arrestó a tres individuos y desactivó tres artefactos explosivos. La primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardem manifestó: «Está claro que esto sólo se puede describir como un ataque terrorista (…) Por lo que sabemos parece que estaba bien planeado», La funcionaria calificó el ataque de «extrema ideología y extrema violencia» y señaló que no tiene «precedentes» en Nueva Zelanda, un país que describió como diverso y abierto.
El presunto asesino antes de iniciar el ataque