Si bien quienes han vivido a lo largo de las últimas tres, cuatro o más décadas, han asistido a distintos cambios desde lo personal como también en lo social, nada puede destronar del primero lugar en cuanto a la velocidad de desarrollo a la tecnología.
Acostumbrados a cajas llenas de cassettes, y a vinilos bien guardados para que sigan sonando en la bandeja sin acusar las horas que pasaban girando sobre ellas, en el año 1981 los japoneses inventaron un nuevo formato. Se dejaba atrás la era analógica, y lo digital arrasaba en todas sus formas.
El 28 de febrero de 1983, salió al mercado el Compact Disc, y sería el formato en el que se darían a conocer las canciones que aparecerían de allí en más. Un plástico chato con forma redonda, un baño delgado de aluminio y un estampado, que dentro de una cajita con un arte determinado, esperaría a ser distribuido, y como destino, nosotros, los consumidores de dicha música.
Luego llegaría el debate, la preferencia de unos y otros en cuanto a calidad de sonido. Hoy algunos músicos vuelven a grabar discos de vinilo, pero si de cumpleaños se trata, el que por estos días festeja es el cd.