Una parte del mundo consume mientras la otra parte produce. En ocasiones los alimentos son sólo eso para nosotros. Entre ellos y nuestra mesa, gente que trabaja, que pone su conocimiento y experiencia al servicio de la calidad con la que luego llegará hasta nuestras casas. Con diferentes procesos, según las posibilidades económicas, las costumbres o los objetivos, siempre, detrás de lo que comemos, hay trabajo.